EL PRIMER MASÓN ESPECULATIVO NEGRO
(A propósito de BARAK OBAMA)
Por: Iván Herrera Michel
La sola noticia de que Barak Obama, del 25 al 28 de agosto de 2008, en la Convención de Nominación Presidencial de los Estados Unidos del Partido Demócrata, ganó el boleto, frente a un rival de peso pesado como Hilary Clinton, en Denver, Colorado, para que un afro americano pudiera llegar a la Casa Blanca, desató desde un principio, un alud de referencias a la larga y difícil lucha que han tenido los negros para alcanzar la paridad con el blanco en Norte América.
Y no era para menos, pues se trataba del quinto legislador negro en el Senado de los Estados Unidos y el tercero desde la Era de la Reconstrucción (1863 – 1877).
Las discusiones fuera de la Orden Masónica cubrían las conquistas relacionadas con los Derechos Civiles de los negros en USA, y al interior de la Masonería se revisaba la asignatura pendiente que representa la existencia “invisibilizada” de las cincuenta y pico de Grandes Logias de negros “Prince Hall” estadounidenses, así como de las muchas otras Grandes Logias integradas solo por norteamericanos de tez oscura en USA que no son del grupo Prince Hall. Situación que, en honor a la verdad, comienza a variar.
Se podría pensar fácilmente que el primer Masón Especulativo negro se presentó en las colonias europeas en África o en los Estados Unidos al atravesar la Orden el Océano Atlántico.
Al fin y al cabo, el 89 % de las 1.000 millones de personas que pueden ser consideradas negras, con más o menos aportes de otros grupos humanos, viven en África, y 100 millones más, producto del tráfico esclavista de Europa a partir del siglo XVI, habitan en América, principalmente en Estados Unidos, Brasil y Colombia.
No obstante lo anterior, desde la misma génesis oficial de la Masonería moderna en Londres se contaba con la presencia y colaboración de un Masón de tez oscura.
Se trató, nada menos, que de John Pine (1690-1756), de quien consta documentalmente que formaba parte de la membresía de la Logia de la Taberna del Globo, en Londres, en 1717, una de las cuatro que conformaron la Gran Logia de Londres, de donde se pretende hacer derivar toda la Masonería moderna, y quien fue famoso en aquellas épocas por ser el grabador que elaboró la hermosa presentación de la portada de las Constituciones de James Anderson de 1723. El mismo grabado se usó de nuevo en 1738 en la nueva edición de las Constituciones de Anderson. Para la historia su nombre varió a "Pyne",
A la par que el trabajo artístico de las Constituciones de Anderson, John Pine grabó la Lista anual de Logias desde 1725 hasta 1741, editadas en forma de paquetes de tarjetas sueltas en lugar de un libro. En ellas se consignaban el nombre de la taberna o posada donde la Logia se reunía, su dirección y la noche y hora de la semana de las Tenidas.
Para la primera página de la Lista de Logias, en 1725, Pine diseñó un grabado alegórico a las denominaciones de las Posadas que la integraban. Estos paqueticos son los antecedentes de los directorios que aún hoy publican muchas Obediencias consistentes en un listado de las Logias que las componen con sus Cuadros directivos y otros datos de interés general.
Actualmente la Gran Logia de Washington tiene dos copias del original de la edición de las Constituciones de 1723 así como de las copias de la edición de 1738, grabadas por Pine.
John Pine para sus contemporáneos era un gordo jovial, nacido en Londres, que vivió su vida entera allí. Además de sus grabados Masónicos, produjo una cantidad Increíble de arte, principalmente de ilustraciones para libros. Comenzó como grabador para un platero de la ciudad y se hizo el grabador heráldico y decorativo más fino de Londres. Esto lo llevó a una plaza como Bluemantle Pursuivant en la Universidad Heráldica en 1743 a donde trasladó su residencia.
Pine fue autor de una edición exquisita del Horace, en la que el texto entero fue grabado e ilustrado con bajorrelieves representando motivos antiguos y joyas preciosas, conocido como "el Horace de Pine". Este trabajo monumental se publicó en dos volúmenes en 1733 y 1737 y es ahora un artículo de colección de valor considerable.
En el Diccionario de Biografía Nacional, que cuenta con 70 volúmenes que relacionan los personajes británicos más importantes a través de los siglos, se consagran dos páginas completas a John Pine y casi otro tanto a su hijo, Robert quien también era artista.
El hijo emigró a América después de la firma de la Declaración de Independencia de Estados Unidos con la intención de pintar a las grandes personalidades vinculadas a la Revolución así como escenas de interés. Entre otras cosas Robert Pine pasó tres semanas pintando a George Washington y su familia en Mt. Vernon.
Y no era para menos, pues se trataba del quinto legislador negro en el Senado de los Estados Unidos y el tercero desde la Era de la Reconstrucción (1863 – 1877).
Las discusiones fuera de la Orden Masónica cubrían las conquistas relacionadas con los Derechos Civiles de los negros en USA, y al interior de la Masonería se revisaba la asignatura pendiente que representa la existencia “invisibilizada” de las cincuenta y pico de Grandes Logias de negros “Prince Hall” estadounidenses, así como de las muchas otras Grandes Logias integradas solo por norteamericanos de tez oscura en USA que no son del grupo Prince Hall. Situación que, en honor a la verdad, comienza a variar.
Se podría pensar fácilmente que el primer Masón Especulativo negro se presentó en las colonias europeas en África o en los Estados Unidos al atravesar la Orden el Océano Atlántico.
Al fin y al cabo, el 89 % de las 1.000 millones de personas que pueden ser consideradas negras, con más o menos aportes de otros grupos humanos, viven en África, y 100 millones más, producto del tráfico esclavista de Europa a partir del siglo XVI, habitan en América, principalmente en Estados Unidos, Brasil y Colombia.
No obstante lo anterior, desde la misma génesis oficial de la Masonería moderna en Londres se contaba con la presencia y colaboración de un Masón de tez oscura.
Se trató, nada menos, que de John Pine (1690-1756), de quien consta documentalmente que formaba parte de la membresía de la Logia de la Taberna del Globo, en Londres, en 1717, una de las cuatro que conformaron la Gran Logia de Londres, de donde se pretende hacer derivar toda la Masonería moderna, y quien fue famoso en aquellas épocas por ser el grabador que elaboró la hermosa presentación de la portada de las Constituciones de James Anderson de 1723. El mismo grabado se usó de nuevo en 1738 en la nueva edición de las Constituciones de Anderson. Para la historia su nombre varió a "Pyne",
A la par que el trabajo artístico de las Constituciones de Anderson, John Pine grabó la Lista anual de Logias desde 1725 hasta 1741, editadas en forma de paquetes de tarjetas sueltas en lugar de un libro. En ellas se consignaban el nombre de la taberna o posada donde la Logia se reunía, su dirección y la noche y hora de la semana de las Tenidas.
Para la primera página de la Lista de Logias, en 1725, Pine diseñó un grabado alegórico a las denominaciones de las Posadas que la integraban. Estos paqueticos son los antecedentes de los directorios que aún hoy publican muchas Obediencias consistentes en un listado de las Logias que las componen con sus Cuadros directivos y otros datos de interés general.
Actualmente la Gran Logia de Washington tiene dos copias del original de la edición de las Constituciones de 1723 así como de las copias de la edición de 1738, grabadas por Pine.
John Pine para sus contemporáneos era un gordo jovial, nacido en Londres, que vivió su vida entera allí. Además de sus grabados Masónicos, produjo una cantidad Increíble de arte, principalmente de ilustraciones para libros. Comenzó como grabador para un platero de la ciudad y se hizo el grabador heráldico y decorativo más fino de Londres. Esto lo llevó a una plaza como Bluemantle Pursuivant en la Universidad Heráldica en 1743 a donde trasladó su residencia.
Pine fue autor de una edición exquisita del Horace, en la que el texto entero fue grabado e ilustrado con bajorrelieves representando motivos antiguos y joyas preciosas, conocido como "el Horace de Pine". Este trabajo monumental se publicó en dos volúmenes en 1733 y 1737 y es ahora un artículo de colección de valor considerable.
En el Diccionario de Biografía Nacional, que cuenta con 70 volúmenes que relacionan los personajes británicos más importantes a través de los siglos, se consagran dos páginas completas a John Pine y casi otro tanto a su hijo, Robert quien también era artista.
El hijo emigró a América después de la firma de la Declaración de Independencia de Estados Unidos con la intención de pintar a las grandes personalidades vinculadas a la Revolución así como escenas de interés. Entre otras cosas Robert Pine pasó tres semanas pintando a George Washington y su familia en Mt. Vernon.