de su amada Logia Pléyades N° 33.
Dos días después de pasar a Decorar el Oriente Eterno, hemos dejado los restos mortales del I:.Q:.H:. FERNANDO TORRES BANDA, en el sitio donde reposarán y cumplirán con el ciclo natural de la vida, en el seno de la madre tierra.
Sus restos fueron velados en el Templo Metropolitano del Gran Oriente Masónico Chileno, accediendo generosamente su familia, al deseo expresado en vida por el H:. Fernando, agradecemos su hermoso gesto.
Desde allí, rodeado de sus familiares y amigos, junto a los HH:. de su amada Logia Pléyades N° 33, y HHnas:. y HH:. masones, fué conducido al Cementerio General.
En ese lugar, su nieta María José Abarca rindió un homenage póstumo a su querido abuelo, con una habilidad para expresarse en público sorprendente, a lo mejor heredada de su abuelo. Con entereza ante el dolor sentido, habló del mucho cariño que tenían por él, lo recordó como el patriarca familiar, hablando sentidamente de sus características personales y de lo querido y respetado que era, incluso con sus defectos.
La garganta ya se nos anudaba a todos por lo emotivo de sus palabras, cuando terminó recordándo a los presentes, la alegría de vivir que sentía el H:. Fernando, y nos compartió una de sus máximas aprendidas de él, "Si la vida no te sonríe, sonríele a la vida".
A continuación el Q:.H:. Gerardo Sánchez, lo despidió recitando el poema masónico QUIENES SON ESOS MASONES, de Nirisley Rodríguez Porto. Con ello recordó lo querido que era el I:.Q:.H:. Fernando en su amada Logia y en el Gran Oriente en general. Los presentes, los masones, nos llenamos de orgullo y nostalgia por el Hermano Fernando, al escuchar tan bellas palabras.
Posteriormente los asistentes escucharon con atención, como sus HHnas:. y HH:. realizaron el último rito fúnebre y formaron la cadena fraterna. Nuestro Hermano Fernando Torres Banda no respondió a nuestros llamados, ya no existía, había muerto y terminado su carrera de virtud y abnegación. La palabra se había perdido, la cadena estaba rota. Ramas de acacia y pétalos de rozas fueron depositados en el ataúd de nuestro Hermano, en símbolo de la regeneración de su inteligencia.
Finalmente, la cadena fraterna y solidaria, fue vuelta a unirse, era ley natural que ello sucediera, el Hermano Fernando Torres Banda era entonces nuevamente un eslabón más de la Cadena Universal para continuar con su ciclo evolutivo.
El Himno Masónico entonado por las HHnas:. y HH:. asistentes selló con tristeza, la despedida de nuestro Hermano.
I:.Q:.H:. FERNANDO TORRES BANDA, tus HHnas:. y HH:. te saludan.