noviembre 05, 2008

LA VERDAD

Un maestro masón fue visitado por un perplejo Aprendiz que era muy curioso, quien le dijo:
“Tengo sólo una pregunta que hacer. ¿Por qué, donde vaya, siempre me parece recibir diferentes consejos de los Masones?”.
El maestro masón contestó:
“Venga conmigo y veremos qué podemos descubrir acerca de este misterio”.
Fueron al mercado, y el Maestro Masón le preguntó a un aprendiz artesano:
“Dígame, ¿qué hora es?”
El aprendiz dijo:
“La claridad del día disipa las tinieblas, por lo tanto es el amanecer”
Continuaron. Después de un tiempo el Maestro masón le preguntó a un cantero:
“¿Qué hora es?”
El cantero contestó:
“Es medio día en punto”.
Luego de pasar más tiempo en conversación y compañerismo con el buscador, el Maestro masón se aproximó a otro hombre, un orfebre. Le preguntó: “¿Qué hora es?”
El hombre respondió:
“Es la media noche en punto”
El maestro masón se volvió a su compañero y le dijo:
“¿Quieres continuar el experimento o ya estás convencido de que, en los hechos, la misma pregunta puede producir, virtualmente siempre, distintas respuestas, y todas corresponder a la verdad?”

Original en la Web de Vicente Alcoseri.