En el último Encuentro de la UNIÓN MASÓNICA DE CHILE, las cuatro potencias nacionales conformadas por la Gran Logia Femenina de Chile, la Gran Logia Mixta de Chile, el Gran Oriente Latinoamericano y el Gran Oriente de Chile, presentaron sus posturas acerca del tema de La Migración. El tema está de total actualidad en Chile y merece una mirada humanista como la de la Masoneria libre y adogmática pues afecta no sólo a los inmigrantes sino a la sociedad chilena.
En el país se han producido muchos incidentes en el último tiempo que rayan en la discriminación y la xenofobia, a raíz de la llegada en los últimos años de muchos inmigrantes de diferentes países. Se ha producido un colapso en la salud, en el trabajo, en la vivienda porque tal vez nuestro país no estaba suficientemente preparado para recibir en forma correcta un gran número de inmigrantes en un lapso corto de tiempo. Muchos incluso han llegado de Haití, haciendo más grave el problema en su caso por el tema del idioma.
Es en este escenario que la UMAC ha decidido pronunciarse al respecto, con una mirada humanista a modo de opinar frente a los masones y a la sociedad, donde la creación de una nueva ley adportas debe considerar no solo los temas económicos y proteccionistas propios de la política, sino considerar que los DDHH de los inmigrantes no pueden ser violados por ninguna ley ni ningún chileno. Es claro que muchos países incluso éste, han crecido económica, social y culturalmente siempre al alero de los inmigrantes, con casos notables como el de Canadá.
Esta es la declaración frente a este tema de la UNIÓN MASÓNICA DE CHILE.
Frente a la situación mundial y, particularmente nacional, UMAC ha reflexionado que, como
Masonería que está adscrita a los valores de LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNIDAD,
no puede quedar indiferente a un tema tan REAL en este momento y que involucra
de una manera tan adversa a los miles de inmigrantes que han llegado a nuestro
país. Para el migrante abandonar su país de origen es una tragedia frente a la
cual la Masonería debe empatizar poniendo en juego los valores que la hacen ser lo que es, una
Institución FRATERNA.
Nadie duda de que el fenómeno de la inmigración requiere un esfuerzo
importante de carácter estatal, creando un servicio de migración, asegurando la
efectividad en la protección de derechos, prevención de los delitos asociados a
la migración (la trata de personas, la usura, la estafa).Pero también es
importante desde el punto de vista masónico actuar, proponiendo ideas que
signifiquen una mejora en la vida de estas personas, es decir, poniendo énfasis
en los principios sobre los que se fundamenta la masonería.
LA LIBERTAD, en el respeto de la elección que han hecho los migrantes al
escoger nuestro país como su nuevo horizonte; entendiendo que ellos serán un
aporte al progreso, a la renovación y a la cultura de nuestro país.
LA IGUALDAD, entendiendo el carácter
de DDHH que tienen como seres humanos.
Y finalmente LA FRATERNIDAD, y para ello cómo no recordar la historia de
Joan Florvil, madre haitiana que fallece, luego de haber sido detenida y acusada
injustamente de abandonar a su bebé, sin contar siquiera con un traductor que
pudiera explicarle lo que sucedía.
Si bien es cierto que
la Masonería comparte estos valores, no todos los masones los abordan de
la misma manera, existen distintas sensibilidades, por lo cual es nuestro deber
trabajar con los diferentes puntos de vista que enriquecerán las soluciones que
podamos crear en la medida de nuestras posibilidades.
La labor de la Masonería está en su entorno y en su nivel
de influencia, ejerciendo y promoviendo el respeto de las personas, en el trato
amable, cordial, dispuesto a asistir a aquel que esta desvalido, vulnerable.
La inmigración debería llevarnos a mejorar en nuestro interior,
a vigilar nuestra actitud hacia aquel que es diferente, en reconocer nuestros
prejuicios y desde ahí proyectarnos hacia afuera.
Como reflexión final, si bien es cierto existe conciencia de que el
fenómeno de la migración es un fenómeno urgente de tratar, existen cambios
sociales y culturales que parten de actitudes individuales y que no requieren
grandes cambios a nivel de legislación o de proyectos de ley, sino que nos
exigen simplemente recurrir a nuestros valores masónicos para provocar el
cambio.
SECRETARIO GENERAL
UNIÓN MASÓNICA DE CHILE