Web Secreto Masónico
Una vez un hermano francmasón nos dijo en una Tenida en Logia que llevamos cargando con demasiada carga profana- y que por ello no captamos la Luz Masónica en su totalidad. Dijo que debemos despojarnos de todo ese condicionamiento profano antes de poder llegar en nuestro ser a un punto masónico más sublime que aquel en que estamos al presente.
Muchos masones especulamos masónicamente acerca de lo que significaban esos condicionamientos profanos. Entendemos que al referimos a los condicionamientos profanos quería decir que estábamos cargando con títulos, apellidos, cuentas en el banco, problemas, fanatismos, tendencias políticas y todo una larga lista de carga no apropiada y así por consiguiente que no éramos realmente nosotros mismos, y mucho menos auténticos masones.
Hemos hablado recientemente en Logia de la Falsa idea referente a los grados masónicos que inmerecidamente nos otorgan y se puso de relieve que hay una falsa posición de los que son verdaderamente los grados en Masonería y que nos procura ideas equivocadas acerca de la Masonería, y lo peor una valoración equivocada de uno mismo como masón.
Se está, por así decir, cubierto de cosas fingidas, de una sobreestimación de uno mismo como masón libre y así se toma una posición fraudulenta. Ahora bien, en el Trabajo Masónico Regular se propone desvalorizamos, dejar las alhajas, dejar los dineros, dejar los títulos los apellidos y todo lo profano fuera de Logia, y creo yo, un masón nunca realmente abandona su recinto sagrado y nunca deja de ser masón, un masón o una francmasona es de tiempo completo. Cristo dijo: "De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entrareis en el reino de los cielos." (Mateo, XVIII. 3). Esto es expresado de modo diferente en Juan, donde Cristo dijo: "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" (Juan III. 3).
En las palabras del Jesús el Cristo ese carpintero Tekton o albañil de oficio podemos considerar que cuando se refería él a lo mundano es sinónimo de para nosotros de profano, hablo de nosotros los modernos Tektones Masones.
Por eso si llevamos mucha carga profana no cabe esperar que nos volvamos como niños porque demasiada carga nos cubre, carga tras carga, la que no es nosotros pero mantenemos la presunción de serlo. Notemos en mismos algunas de estas cosas fingidas y llegaremos a ser no más débiles morales. Para mantener esos fingimientos profanos en Logia, esas cargas profanas, se necesita una enorme cantidad de energía y nos parece que la pérdida de uno solo es suficiente para desprestigiamos. Todas esas cargas profanas o egos son las que hacen que nuestras Logias abatan columnas y se destruyan las pretensiones luminosas de nuestros aprendices masones al ver encono y resentimiento entre masones de altos grados.
Si se lee el Sermón del Monte masónicamente y no religiosamente se advierte que se refiere todo al despojarse de las cargas—es decir, al quitarse sucesivamente una carga de egos tras otra carga de falsos egos. Recuerden que al llegar al Foro del Eterno Oriente se tiende a golpear repetidamente la puerta y decir: ".¿No sabe quién soy yo?" soy el masón fulanito con muchos grados masónicos, cuando en primer lugar nadie se fijará en nosotros en ese lugar por nuestros grados masónicos, sino por las buenas obras masónicas hechas en la Tierra – dicho de otro modo: En el Eterno Oriente no valen nada los puestos ocupados en Logia ni los grados masónicos, solamente nos evaluarán bien o mal por nuestras obras .
Aun y todo esto, en vida se puede acceder masónicamente a un Estado de Lucidez y de Conciencia Despierta y para llegar a ese Estado Superior Masónico, no se llega a cubierto porquería mental que en realidad nada tienen que ver con uno como masón, y se espera que todos esos falsos egos y falsas envolturas, esas valoraciones de uno mismo, pasen a un mundo de realidad mucho más grande, mucho más profundo, que la realidad con la que ahora nos encontramos.
En la vida profana o mundana, la Falsa Personalidad, los muchos títulos y valoraciones personales, pueden ser extremadamente útiles para conseguir un empleo y ganar dinero y sustento, pero son todos insinceros, no son en absoluto uno mismo. En suma, todo es falso, falsa valoración. Falsa Personalidad una necesaria envoltura para vendernos a los demás.
Por estando en Logia es necesario desvalorizarnos, dejar fuera del Templo Masónico toda esa imposición y descansar por unos momentos de toda esa pesadísima carga- para llenarnos totalmente de Energía positiva. ¿Es usted realmente el Masón que piensa ser, tan eficiente para todas las cosas, o cabe la posibilidad que esa valoración de sí mismo es en realidad falsa y que toda su vida ha estado actuando según esa falsa valoración?
Tan solo a través de una prolongada y muy sincera observación realizada a la luz del Trabajo Masónico se puede desechar esas cargas negativas. De resultas de ello se llega a ser mucho más sencillo y cándido, y se comienza a comprender que significa la paz interior. Porque siempre estamos cubiertos de vestiduras que no son nosotros mismos, nos dejamos dominar por la congoja, el descontento, la ansiedad, las preocupaciones, los abusos y la ira.
Por eso el Trabajo Masónico tiene que ver con la desvalorización de nosotros como egocéntricos y valorizarnos como seres más evolucionados y cultos. Esto se logra observando gradualmente que no se es la persona que siempre se imagino ser, porque la auto-observación nos procura otro sentido de uno mismo.
Se puede descubrir la Falsa Personalidad en las otras personas si se es sensitivo y se ve que hablan con falsa entonación, falsos ademanes y falsas expresiones. Una persona llena de Falsa Personalidad se convierte en algo fastidioso para los otros, pero es muy difícil ver la misma cosa en uno mismo. Las razones por las cuales hemos de separarnos de la Falsa Personalidad —a saber, imágenes de nosotros mismos, ideas imaginarias de nosotros mismos, exigencias imaginarias, fantasías de nosotros mismos— esto es, despojarse de las pesadas cargas negativas—es porque de otro modo no podemos movernos hacia algo mas real en nosotros mismos, no podemos movemos hacia la meta en este Trabajo Masónico, que es el Yo Luz—.
Ahora bien, mediante la observación de unos mismo nos llegaremos a Conocernos totalmente, y seremos más conscientes de nosotros mismos, el percibiremos constantemente nuestras emociones negativas y aprenderemos a rehuirlas, y por la Tolerancia hacia los otros seremos Luz— Prácticamente, realizando todo el Trabajo Masónico en su lado practico fraternal— nos moveremos hacia eso interior llamado el Yo Real, o, en términos místicos hacia , el Reino Interior, o, en términos del Trabajo Exotérico, seremos parte del Poderoso Circulo Consciente Regente de la Humanidad, donde la gente es diferente de la gente del Mundo de los Profanos y se pueden comprender los unos a los otros, y así no aborrecerse. No se puede aborrecerse entre Hermanos Masones cuando se comprende tolerantemente del Alto Propósito Fraternal Masónico. Por lo tanto en el Trabajo Masónico se entiende que la Tolerancia es la fuerza más poderosa que podemos crear dentro del Circulo de la Orden