septiembre 25, 2009

EL MISTERIO DE LA INICIACIÓN

Por Vicente Alcoseri

Hoy la iniciación masónica, sólo es un pálido reflejo de las antiguas iniciaciones.
Cuando el Gran Templo de Jerusalén dedicado a Dios fue terminado, el Rey Salomón no sabia si consagrarlo o no, por dos razones: una de estas razones, debido a la muerte de Hiram Abiff, y la otra razón, debido a que con la muerte del Hiram, la Palabra de la Maestría se había perdido así como el modo de usarla. Por ello, el Rey Salomón se pronuncio por convocar a un Secreto Concilio, a las doce en punto, precisamente el la cámara bajo el Santum Sanctorum. Este Consejo estaba compuesto por Salomón, Hiram Rey de Tiro, el sumo sacerdote del templo Zadok, Melquisidec, y Benalan Capitan de la Guardia. Después que Salomón deplorara la pérdida de Hiram Abifff , y con él la perdida de la Palabra. Luego Salomón hizo traer al profeta Nathan pues dictaría a salvar la desgracia. Pero justo en ese tiempo Nathan había muerto, pero, justo se supo que Abdemon un iniciado en los antiguos misterios se encontraba de visita en el Reino de Israel, y se la hizo traer a la presencia del Rey Salomón. Abdemon fue reconocido por el Secreto Concilio como uno digno representante del Conocimiento oculto, y que poseía las claves secretas del antiguo arte de la magia Egipcia.
Abdemon había pasado por todas las etapas de la iniciación. Durante un tiempo Abdemon participó en la redacción de un nuevo modo de reconocimiento para los iniciados, y de una nueva palabra sustituta, pues la otra se había perdido, pero, no por ello no debería de recuperarse. Durante el curso del Concilio Abdemon revelaría muchos misterios velados concernientes a la iniciación, y explicar los motivos por los cuales no se debería dar a conocer estos misterios al los hombres no iniciados. Abdemon explicaría sobre la iniciación lo siguiente: El hombre antes de nacer de una mujer, el alma reside en una morada espiritual, luego el alma se encarna, pero para que esto ocurra, el alma necesita pasar por una serie de pruebas de las que nadie puede escapar para nacer de una mujer. Tanto como el bebe como la madre deberán sufrir, la madre por los dolores del parto, el bebe por el trauma del nacimiento. A sí mismo, el hombre que deseara iniciarse debería de sujetarse a una serie de pruebas Iniciáticas muy duras y severas, para si obtener el Segundo Nacimiento. Hoy la iniciación masónica, sólo es un pálido reflejo de las antiguas iniciaciones. No por ello, el masón no pasara por improperios y pruebas, hasta que alcance la liberación. Cuando la memoria se logre activar lo suficientemente como para despertar la percepción interna, el iniciado lograra recordar su existencia en las esferas superiores, al nacimiento mortal, y reconocerá que su alma es una emanación de la Deidad y, en su esencia original, es todo pureza, verdad y sabiduría.
Al iniciado pleno, se sentirá uno con toda la humanidad, con la Naturaleza y con Dios. Desgraciadamente hoy la gran mayoría de los masones sonríen con desdén o se burlan cuando se usa, el término Ciencia Oculta con respecto a los Augustos misterios; pera o pesar de ello, si no hubiese sido por el Secreto Masónico, encerrado en las Ciencias Ocultas, la masonería simplemente no existiría. Las enseñanzas que se han dejado de transmitir en muchos talleres de la orden masónica, pero que se retoman en muchos otros talleres, han permitido que el Secreto de la Gran Maestría, aún subsista, y hoy muchos, masones han recuperado la palabra perdida, y han dejado a un lado la palabra sustituta.