enero 15, 2014

V I T R I O L

Por gentileza: LEÓN ZELDIS MANDEL, FPS, 33°

Como es bien sabido, la palabra VITRIOL escrita como arriba, con puntos separando las letras, representa una expresión en latín que significa “Visita el Interior de la Tierra, y Purificando Encontrarás la Oculta Piedra”. Esta leyenda aparece frecuentemente en ilustraciones y textos alquímicos, con este mismo significado.         
Una explicación, la más común, de su uso en Francmasonería, es la de que mediante la introspección, purificando la mente y desechando los pensamientos“impuros” (los vicios), se llega a descubrir el verdadero yo, la personalidad que envuelve la chispa divina, oculta dentro del alma, y ese conocimiento permite transmutarla como si uno pudiera hacer uso de la célebre piedra filosofal. Su uso precediendo a la ceremonia de iniciación se integra entonces al proceso gradual de purificación del candidato, condición necesaria para una verdadera iniciación.
Pero, ¿qué significa en realidad esa introspección? Literalmente, la palabra  introspección significa mirar hacia adentro. Es decir, reflexionar sobre nuestros propios pensamientos, deseos, aspiraciones, temores y afectos. En algunos rituales masónicos, en cierto momento de la ceremonia de iniciación se le descubre al candidato un espejo, donde ve reflejada su propia imagen. En otros rituales, el espejo se encuentra en la Cámara de Reflexión. En ambos casos, el propósito del espejo está claro: señalarle al candidato que la transformación iniciática que comenzará con la ceremonia masónica podrá llegar a su perfeccionamiento cuando él la descubra en su propio interior.
Es importante prestar atención al uso del verbo “Visitar”. Significa que la introspección está destinada a ser un viaje de ida y vuelta. Claramente, una estadía prolongada en el oscuro y profundo espacio psicológico (el interior de la tierra) es peligrosa y puede terminar en la locura. Es la peligrosa experiencia mística descrita por  los cabalistas, como la “entrada al huerto” (el Pardés).Según la famosa parábola cabalista “cuatro entraron al Pardés”, pero sólo uno regresó incólume.

Acabo de mencionar el interior de la tierra como referencia a la psicología profunda, pero también es conocida la identificación simbólica de la tierra, la Madre Tierra, con el útero materno. El candidato que permanece un tiempo simbólicamente en el interior de la tierra ejecuta la etapa preliminar para su nacimiento simbólico (neófito), que ocurre al ver la luz. No por casualidad el parto es también llamado el alumbramiento. Todo este simbolismo lo preserva la Masonería en su ceremonia de iniciación, siendo la única institución que conserva dichas tradiciones esotéricas en el mundo moderno.
¿De qué purificación se trata en el VITRIOL?  En realidad, la frase en latín usa la palabra “Rectificando”.   Rectificar, aparte de su significado corriente de corregir o enderezar, tiene el significado de purificar, como el alcohol rectificado.
La piedra mencionada en el VITRIOL tiene un rico simbolismo. La relación entre piedra y padre es bien conocida, pero lo que es menos conocido es que la misma relación existe en el idioma hebreo, el idioma original del Viejo Testamento. En hebreo, piedra es “even” (alef-bet-nun), padre es “av” (alef-bet) e hijo es “ben” (bet-nun), o sea que la piedra combina padre e hijo. La piedra representa al ser humano en numerosos relatos mitológicos, como en el mito de Cadmo, o cuando Rea le ofrece a Cronos una piedra en lugar de su hijo Zeus para que lo devore. Como todo símbolo esotérico, es necesario revelar gradualmente su significado oculto levantando uno a uno los velos que lo cubren.
Algunos autores consideran que la piedra del VITRIOL es la piedra filosofal, ese producto de la alquimia que permitía transmutar en oro los metales bajos, otorgaba el conocimiento del pasado y el futuro, y era asimismo la panacea, el remedio universal para todos los males. Otros, sin embargo, mantienen que la piedra es sólo un hito marcando el camino hacia el conocimiento, lo que coincide mejor con el significado de la iniciación.

La piedra tiene una plétora de alusiones simbólicas. Siendo el material de construcción más sólido y perdurable, representa la estabilidad y permanencia del alma humana, no sujeta a los estragos del tiempo. Hay un sinnúmero de piedras, cada una con su propio simbolismo: las piedras preciosas, por ejemplo, relacionadas, entre otras cosas, con el pectoral del Sumo Sacerdote en el Templo de Jerusalén, el que se ponía para entrar al Santo de los Santos y poder dirigirse personalmente a Dios.
La capital del arco, esa curiosa piedra de forma cuneiforme truncada, curva en las puntas y recta en los costados, es la que por sí sola mantiene el arco. Hay un grado masónico completo centrado en esta piedra tan particular. Otra piedra singular es la piedra angular, la que determina la ubicación del edificio. 
La “oculta piedra” del VITRIOL está velada, pues ese es el significado de la palabra “oculta”, y para encontrarla es preciso desvelarla, como retirando la venda que cubre los ojos; el procedimiento en el mundo físico deben repetirse en el mundo espiritual para que la iniciación cumpla su pleno cometido.