febrero 22, 2008

RECORDANDO A GIORDANO BRUNO

Por Susana Tampieri - Escritora

La autora nos recuerda a Giordano Bruno, ejecutado por la Inquisición el 17 de febrero de 1600, a fin de rescatar la lucha por la libertad de conciencia, pensamiento y religión. Luis Ragno.


La “Associazione Nazionale del Libero Pensiero” y la “Consulta Torinese per la Laicità delle Istituzioni” organizaron sendos actos, uno en Roma, otro en Turín, el pasado 17 de febrero. Se trató de homenajes a Giordano Bruno, muerto en la hoguera de la Inquisición, en Campo dei Fiori, en 1600. El propósito es instituir esa fecha como Día de la Libertad de Conciencia, de Pensamiento y de Religión.

En 2000, en el cuarto centenario de muerte tan abominable, la Asociación Humanista-Ética Argentina “Deodoro Roca” -que presido- organizó algo similar, frente a la Biblioteca Nacional, en Buenos Aires. Hablaron Hugo Estrella Tampieri, secretario ejecutivo de la entidad; Emilio Corbière, (fallecido) vicepresidente, investigador prestigioso; Abel Alexis Latendorf, Legislador porteño; Alfredo Kohn Loncarica, de la UBA, a los que se agregó Ricardo Monner Sans, quien se encontraba entre el público y fue invitado a hacerlo. El epicentro del homenaje estaba en Roma, donde se mencionó nuestra iniciativa, entre las numerosas en todo el mundo.

Giordano Bruno, nacido en Italia en 1548, fue un fraile dominico, filósofo, poeta y dramaturgo, quien, por defender la tesis heliocéntrica del Universo, sufrió la persecución y cárcel de la Inquisición. Fue condenado, luego de siete años de languidecer en las mazmorras de Castel Sant'Angelo. En el camino al cadalso se le perforó la lengua con un perno, atornillado a sus mejillas.

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